Ajoblanco Milla

Esta receta la vi en un directo de Instagram, es del Chef Luismi de la millamarbella.com que estaba haciéndolo con Miguel Herrero de nuncacomassolo.com y estaban haciendo la receta simultáneamente, como estamos confinados, pues cada uno en su casa claro. (Este inciso es aclaratorio para la posteridad, jajajaja). Bueno deciros que siendo de Málaga y gustándome tanto la cocina, me parecía un pecado no saber la receta. Pero esto tiene una explicación, pues una vez hace mucho tiempo lo había probado y me pareció que tenía un sabor muy fuerte para mi gusto, como no lo había probado antes pues no tenía ninguna referencia de qué sabor tenía que tener y pensé que era así. Ahora sé que tenía mucho vinagre y ajo,  pero cuando de nuevo llega a mí esa receta de la mano de ese gran cocinero,  dije le tengo que dar una oportunidad al ajoblanco.  Así que aquí la tenéis porque me encantó, únicamente que ellos la acompañaron con tartar de gamba cruda y yo con uvas que es más tradicional.

Ingredientes para cuatro personas:

  • 200 g de almendra cruda pelada
  • 1 diente de ajo grande (puedes añadir más o menos al gusto)
  • 6 cucharadas de aceite suave
  • Un chorrito de vinagre (en mi caso use de vinagre de arroz que me gusta más)
  • Agua (al gusto)
  • Una pizca de sal
  • Uvas

Preparación:

1. Ponemos las almendras en remojo durante dos horas. Yo la verdad que las dejé en un tarro (con tapa) con agua hasta cubrió las almendras y en la nevera de un día para otro.

2. Escurrimos el agua de las almendras y las ponemos en un vaso para triturarlas con junto el diente de ajo y un poco de agua, hasta que forme una pasta de almendras. Agregar un poco de sal. Hay que triturarlas bien.

3. Ahora comenzamos a añadir el aceite poco a poco para realizar una emulsión, como si hicieramos una mahonesa. Ponemos un poco de vinagre, mezclamos.

4. Como se habrá quedado un poco espesa, añadimos algo más de agua, esto va al gusto, si os gusta más o menos líquida esta sopa fría.

5. Colamos para que quede más lisa la textura, aunque dijeron que no es un paso imprescindible.

Se ve que trituré bien, pues no quedó residuo.

Quedó una sopa ligera, algo espumosa y deliciosa. La puse en la nevera para que estuviera fresquita.

En cuanto a la guarnición me decanté por unas uvas a las que quité solo las pepitas, pues a mi me gusta con piel. Y así quedó…

Espero que os guste y os animéis a hacerla como me pasó a mí.

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